Enredado con estas criaturas en mí vida, el destino se encaprichó Solo qué ésta vez a la mas bella de todas me presentó.
como si el mismo Febo hubiera dado.
Juré nunca más caer en los brazos de uno de estos seres,
pero su voluptuosa belleza me había cegado.
Encadenada a un triste recuerdo la había encontrado
Del cual su tristeza se alimentaba.
Su cara compasión exclamaba,
Pues olvidarse de todo necesitaba.
Idiotizado por su llanto,
Me ofrecí como sustento.
Hice miás sus penas
Que hasta su veneno entro en mis venas.
Poco a poco fue olvidando
Que en sus olvidos me fui sumando.
Convenciéndose de que los buenos momentos a mi lado fueron los peores.
Su culpa la transformo en rencores.
Me convirtió en un monstruo para justificar su error.
Es que sus temores eran amor,
Que mi compasión en ella generó.
En una salvaje criatura se transformó
esa vez que su corazón sanó...
- " ¡Oh salvaje sirena no me dejes por favor!"-
Fue lo último que mi llanto grito
- " No tengo las fuerzas para pedirte perdón" -
Fue lo que me respondió.
Mi alma envenenada es el regalo que me dejó
La más bella criatura que Neptuno me mostró.
MHR
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